Romanos 10:9-11. Que si confesares con tu boca que Jesús es el señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levanto de los muertos serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Juan 5: 24. De cierto ,de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
2 Corintios 5:17. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Efesios 2:8-10. Porque por gracias sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe.
1 Juan 5:1-6;12. Lo que era desde el principio, lo hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al verbo de vida (por que la vida fue manifestada y la hemos visto, y testificamos y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre. Y se manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido. Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con el, y andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad; Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre.
Mateo 10:32;38-39. A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesare delante de mi Padre que está en los cielos. Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
Gálatas 2:20. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
1Pedro 1:23. Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
Gálatas 3:26-28. Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; por que todos habéis sido bautizados en Cristo y de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
Gálatas 5:24-25 Pero los que son de Cristo han circuncidado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu andemos también por el Espíritu.
Ezequiel 36:26-27. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitare de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
1 Juan 3: 14. Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano permanece en muerte.
Mateo 13: 23. Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a setenta, y a treinta por uno.
Romanos 6: 6-8. Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él.
Efesios 4: 24. Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y la santidad de la verdad.
1 Timoteo 6: 12. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho buena profesión delante de muchos testigos.
Hebreos 10: 23. Mantengamos firmes, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
1 Juan 2: 29. Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él.
1 Juan 4: 8. El que no ama, no a conocido a Dios; porque Dios es amor.
Juan 1: 12. Mas todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
Juan 3:3. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios.
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