lunes, 29 de agosto de 2011

LO QUE EL ESPIRITU SANTO ES PARA USTED


Galatas 5:22-25. Mas el fruto del Espíritu es amor,  gozo,  paz,  paciencia,  benignidad,  bondad,  fe,
 mansedumbre,  templanza;  contra tales cosas no hay ley.
 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
  Si vivimos por el Espíritu,  andemos también por el Espíritu.

1 Corintios 2:9-14. Antes bien,  como está escrito:
 Cosas que ojo no vio,  ni oído oyó,
 Ni han subido en corazón de hombre,
 Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
  Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu;  porque el Espíritu todo lo escudriña,  aun lo profundo de Dios.
  Porque  ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre,  sino el espíritu del hombre que está en él?  Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios,  sino el Espíritu de Dios.
  Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo,  sino el Espíritu que proviene de Dios,  para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,
  lo cual también hablamos,  no con palabras enseñadas por sabiduría humana,  sino con las que enseña el Espíritu,  acomodando lo espiritual a lo espiritual.
  Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,  porque para él son locura,  y no las puede entender,  porque se han de discernir espiritualmente.

Juan 14:14-18,26. Si algo pidiereis en mi nombre,  yo lo haré.
  Si me amáis,  guardad mis mandamientos.
 Y yo rogaré al Padre,  y os dará otro Consolador,  para que esté con vosotros para siempre:
  el Espíritu de verdad,  al cual el mundo no puede recibir,  porque no le ve,  ni le conoce;  pero vosotros le conocéis,  porque mora con vosotros,  y estará en vosotros.
  No os dejaré huérfanos;  vendré a vosotros.
Mas el Consolador,  el Espíritu Santo,  a quien el Padre enviará en mi nombre,  él os enseñará todas las cosas,  y os recordará todo lo que yo os he dicho.

Romanos 8:11,16-17,26-27. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros,  el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu,  de que somos hijos de Dios.
  Y si hijos,  también herederos;  herederos de Dios y coherederos con Cristo,  si es que padecemos juntamente con él,  para que juntamente con él seamos glorificados.
Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad;  pues qué hemos de pedir como conviene,  no lo sabemos,  pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
  Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu,  porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

Hechos 2:17-18. Y en los postreros días,  dice Dios,
 Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,
 Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;
 Vuestros jóvenes verán visiones,
 Y vuestros ancianos soñarán sueños;
 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días
 Derramaré de mi Espíritu,  y profetizarán.

Mateo 10:20. Porque no sois vosotros los que habláis,  sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.

Isaias 59:19. Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová,  y desde el nacimiento del sol su gloria;  porque vendrá el enemigo como río,  mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él.

Hebreos 12: 25. Mirad que no desechéis al que habla.  Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra,  mucho menos nosotros,  si desecháremos al que amonesta desde los cielos.

2 corintios 3:6,17-18. el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto,  no de la letra,  sino del espíritu;  porque la letra mata,  mas el espíritu vivifica. Porque el Señor es el Espíritu;  y donde está el Espíritu del Señor,  allí hay libertad.
  Por tanto,  nosotros todos,  mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor,  somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen,  como por el Espíritu del Señor.


Lucas 12:12. porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.

Hechos 4: 31-33. Cuando hubieron orado,  el lugar en que estaban congregados tembló;  y todos fueron llenos del Espíritu Santo,  y hablaban con denuedo la palabra de Dios.
Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma;  y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía,  sino que tenían todas las cosas en común.
 Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús,  y abundante gracia era sobre todos ellos.

Efesios 4:16,30. de quien todo el cuerpo,  bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente,  según la actividad propia de cada miembro,  recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios,  con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.

2 Pedro 1:20-21. entendiendo primero esto,  que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,
  porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana,  sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

Judas 1:20-21. Pero vosotros,  amados,  edificándoos sobre vuestra santísima fe,  orando en el Espíritu Santo,
  conservaos en el amor de Dios,  esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.

Lucas 24:49. e aquí,  yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros;  pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén,  hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.

COMO CONOCER EL PODER DE LA PALABRA



Hebreos 4:12. Porque la palabra de Dios es viva y eficaz,  y más cortante que toda espada de dos filos;  y penetra hasta partir el alma y el espíritu,  las coyunturas y los tuétanos,  y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

Salmo 119:11,16. En mi corazón he guardado tus dichos,
 Para no pecar contra ti.
 Me regocijaré en tus estatutos;
 No me olvidaré de tus palabras

Salmo 119:103-105. Pues no hacen iniquidad
 Los que andan en sus caminos.
  Tú encargaste
 Que sean muy guardados tus mandamientos.
 ¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos
 Para guardar tus estatutos!

Salmo 12:6-7. Las palabras de Jehová son palabras limpias,
 Como plata refinada en horno de tierra,
 Purificada siete veces.
 Tú,  Jehová,  los guardarás;
 De esta generación los preservarás para siempre.

Juan 1:1-4.  En el principio era el Verbo,  y el Verbo era con Dios,  y el Verbo era Dios.
  Este era en el principio con Dios.
  Todas las cosas por él fueron hechas,  y sin él nada de lo que ha sido hecho,  fue hecho.
 En él estaba la vida,  y la vida era la luz de los hombres.

2 Timoteo 3:15-17. y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras,  las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
  Toda la Escritura es inspirada por Dios,  y útil para enseñar,  para redargüir,  para corregir,  para instruir en justicia,
  a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,  enteramente preparado para toda buena obra.

Salmo 33:6. Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos,
 Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca

Salmo 107:20-21. Envió su palabra,  y los sanó,
 Y los libró de su ruina.
 Alaben la misericordia de Jehová,
 Y sus maravillas para con los hijos de los hombres;

Salmo 119:89-90. Para siempre,  oh Jehová,
 Permanece tu palabra en los cielos.
 De generación en generación es tu fidelidad;
 Tú afirmaste la tierra,  y subsiste.

Salmo 119:129-130. Maravillosos son tus testimonios;
 Por tanto,  los ha guardado mi alma.
 La exposición de tus palabras alumbra;
 Hace entender a los simples.

1Pedro 2:2-3. desead,  como niños recién nacidos,  la leche espiritual no adulterada,  para que por ella crezcáis para salvación,
 si es que habéis gustado la benignidad del Señor.

          Juan 15:3. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.

1Pedro 1.23-25. siendo renacidos,  no de simiente corruptible,  sino de incorruptible,  por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
  Porque:
 Toda carne es como hierba,
 Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba.
 La hierba se seca,  y la flor se cae;
 Mas la palabra del Señor permanece para siempre.
 Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.

Mateo 4:4. Él respondió y dijo:  Escrito está:  No sólo de pan vivirá el hombre,  sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Lucas 21:33. El cielo y la tierra pasarán,  pero mis palabras no pasarán
Juan 6:63. El espíritu es el que da vida;  la carne para nada aprovecha;  las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.

Juan 8:31-32. Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él:  Si vosotros permaneciereis en mi palabra,  seréis verdaderamente mis discípulos;
  y conoceréis la verdad,  y la verdad os hará libres.

Hebreos 11:3. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios,  de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

Isaias 40:8. Sécase la hierba,  marchítase la flor;  mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.

Proverbios 12:25. La congoja en el corazón del hombre lo abate;
 Mas la buena palabra lo alegra.

Juan 17:17. Santifícalos en tu verdad;  tu palabra es verdad.

2 timoteo 1:13. Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste,  en la fe y amor que es en Cristo Jesús.

Romanos 10:17. Así que la fe es por el oír,  y el oír,  por la palabra de Dios.

Romanos 12:2. No os conforméis a este siglo,  sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento,  para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,  agradable y perfecta.

Efesios 6:15-17. y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
  Sobre todo,  tomad el escudo de la fe,  con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
  Y tomad el yelmo de la salvación,  y la espada del Espíritu,  que es la palabra de Dios;

LO QUE SIGNIFICA PARA USTED LA SANGRE DE JESUS


Mateo 26:28. porque esto es mi sangre del nuevo pacto,  que por muchos es derramada para remisión de los pecados.

Roanos 3:24-26. siendo justificados gratuitamente por su gracia,  mediante la redención que es en Cristo Jesús,
 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre,  para manifestar su justicia,  a causa de haber pasado por alto,  en su paciencia,  los pecados pasados,
  con la mira de manifestar en este tiempo su justicia,  a fin de que él sea el justo,  y el que justifica al que es de la fe de Jesús.

Levitico 17:11. Porque la vida de la carne en la sangre está,  y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas;  y la misma sangre hará expiación de la persona.

Romanos 5:8-10.  Mas Dios muestra su amor para con nosotros,  en que siendo aún pecadores,  Cristo murió por nosotros.
  Pues mucho más,  estando ya justificados en su sangre,  por él seremos salvos de la ira.
  Porque si siendo enemigos,  fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo,  mucho más,  estando reconciliados,  seremos salvos por su vida.

1Juan 1:7. pero si andamos en luz,  como él está en luz,  tenemos comunión unos con otros,  y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

Hebreos 9:14. ¿cuánto más la sangre de Cristo,  el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios,  limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?

Juan 6:53-54,56. Jesús les dijo:  De cierto,  de cierto os digo:  Si no coméis la carne del Hijo del Hombre,  y bebéis su sangre,  no tenéis vida en vosotros.
  El que come mi carne y bebe mi sangre,  tiene vida eterna;  y yo le resucitaré en el día postrero.

  El que come mi carne y bebe mi sangre,  en mí permanece,  y yo en él.

Efesios 1:7. en quien tenemos redención por su sangre,  el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,

Hebreos 9:21-22. Y además de esto,  roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio.
Heb 9:22  Y casi todo es purificado,  según la ley,  con sangre;  y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.

1Pedro 1:18-21. sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir,  la cual recibisteis de vuestros padres,  no con cosas corruptibles,  como oro o plata,
 sino con la sangre preciosa de Cristo,  como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
  ya destinado desde antes de la fundación del mundo,  pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,
  y mediante el cual creéis en Dios,  quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria,  para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.

Exodo 12:13. Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis;  y veré la sangre y pasaré de vosotros,  y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto.

Exodo 24:8. Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo,  y dijo:  He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.

Lucas 22:19-20. tomó el pan y dio gracias,  y lo partió y les dio,  diciendo:  Esto es mi cuerpo,  que por vosotros es dado;  haced esto en memoria de mí.
 De igual manera,  después que hubo cenado,  tomó la copa,  diciendo:  Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre,  que por vosotros se derrama.

Efesios 2:13. Pero ahora en Cristo Jesús,  vosotros que en otro tiempo estabais lejos,  habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.

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Hebreos 12:2. Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió a la diestra del trono de Dios.

Juan 6:35. Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

Hebreos 13:5-6,8. Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré. De manera que podemos decir confiadamente: El señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre

Hebreos 4:14-16. Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino unos que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

2 Corintios 12:9. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.

Mateo 28:18-20. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Apocalipsis 1:17-18. Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: no temas; yo soy el primero y el último; ý el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

Filipenses 4:13. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Colosenses 2:9-10. Porque en él habita corporalmente roda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.

Juan 10:11. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.

Salmo 23:1-4. Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Juan 8:36. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
2 Corintios 3:4-5. Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios.

2 Timoteo 4:17-18. Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen, así fui librado de la boca del león. Y el Señor me librará de toda obra mala y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 121: 2-3. Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.

         Juan 14:6. Jesús le dijo: Yo soy el camino, la vedad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
        
Juan 1:4. En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
        
1Corintios 3:10-11. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse le fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
        
Romanos 13:12-14. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonería y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestidos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.
        
Salmo 121: 5,7-8. Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. Jehová te guardará de todo mal; él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.
        
Juan 10:17-18. Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
         Juan 1:29-30. El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquél de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo.
        
Salmo 73:25-26. ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

1 Timoteo 2:5. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.

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Romanos 10:9-11. Que si confesares con tu boca que Jesús es el señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levanto de los muertos serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

Juan 5: 24. De cierto ,de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.

2 Corintios 5:17. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Efesios 2:8-10. Porque por gracias sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe.

1 Juan 5:1-6;12. Lo que era desde el principio, lo hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al verbo de vida (por que la vida fue manifestada y la hemos visto, y testificamos y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre. Y se manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido. Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con el, y andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad; Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre.




Mateo 10:32;38-39. A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesare delante de mi Padre que está en los cielos. Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.

         Gálatas 2:20. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

 1Pedro 1:23. Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.

Gálatas 3:26-28. Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; por que todos habéis sido bautizados en Cristo y de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

Gálatas 5:24-25 Pero los que son de Cristo han circuncidado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu andemos también por el Espíritu.

Ezequiel 36:26-27. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitare de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.

1 Juan 3: 14. Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano permanece en muerte.






Mateo 13: 23. Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a setenta, y a treinta por uno.

Romanos 6: 6-8. Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él.

Efesios 4: 24. Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y la santidad de la verdad.

1 Timoteo 6: 12. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho buena profesión delante de muchos testigos.

Hebreos 10: 23. Mantengamos firmes, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.

1 Juan  2: 29. Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él.

1 Juan 4: 8. El que no ama, no a conocido a Dios; porque Dios es amor.
 
Juan 1: 12. Mas todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.

Juan 3:3. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios.